martes, 11 de enero de 2011

Dedicatoria.

Mi prima Luzdina Rubio Ruiz.

Un 28 de setiembre se fue mi prima Luzdina, a la edad de 96 años, en un viaje que nunca más ha de volver, guardo de ella breves imágenes, de cuando fui niño; un día de esos se alejó del suelo querido y nunca más la volví a ver. Recuerdo su casa, con el patio grande y sobre él, el alero tendido, al fondo su huerto lleno y dispensado. También, recuerdo sentir el calor de sus manos sobre mi rostro chaval, y aquella caricia el tiempo la dejó esquivar.

Los espacios, la desidia y el silencio, aíslan a las personas de una manera cruel; mengua sentimientos, corta el hilo de la madeja, que debiera ovillar las emociones vividas. Pero quise verla un día, para espigarla ese fondo cardinal de tiempos no vividos. Me quedé al pie del umbral, sin vislumbrar su partida. Se fue, llevándose su equipaje, camino en su largo viaje, las valías familiares que el tiempo concedió. Y yo me quedé con mi codicia, de encontrarme al pie de su regazo, golosinarme gajo a gajo, todo aquello que no pude entrever. Pero no esta del todo perdido, esta en cada retazo, en cada pasión escamada y oculta que con apego podré escudriñar, y de seguro, sorbo a sorbo he de beber con delicia, mi esencia ancestral; que de alguna manera ha de compensar, el tiempo ido. Debo agradecer, por lo poco de haberla sentido, debo agradecer por su tiempo vivido y no conocido, debo agradecer que de su copa un sorbo he bebido.

1 comentario:

  1. Que hermoso! Gracias por esta dedicatoria. De seguro que en el cielo ella guarda el recuerdo de todo lo que gozo con ella, aunque pocos, pero valiosos momentos.

    Giovanna Bazan, nieta de Luzdina Rubio.
    Trujillo-Peru

    ResponderEliminar