Mamá
Mi primera palabra,
la palabra de amor que escuché,
la caricia más antigua,
el frío que perdí,
el hambre la sed que no conocí,
el traje que me cubre
y la casa en que yago,
una flor fuera del abismo.
Noche oscura, camino sin sombra.
El jardín que sembró,
la flor que se marchitó.
Dolor escondido, vestido de luces.
Una sonrisa, un regalo.
Una lágrima, la que sabe ocultar.
Y el juguete que guardo:
una palabra de amor.
Y apenas anochece
escucho una canción,
vieja canción de cuna,
viejas palabras de amor
AQUELLA NIÑA
Te vi por primera vez tras un escaparate
me detuve de golpe te miré por un instante
con tu sonrisa a medias y tu pelo de tul
en mi pueblo blanco con su cielo azul
era un día claro de una mañana de abril
te pregunté tu nombre como si fueras mil.
Desde aquel día aguardaba cada tardecer
buscando tu figura de niña bajo el umbral,
y ahí estaba la niña simulando no ver
aquel muchacho delgado,
un fulano de tal
NIÑOS DE LUYA URCO
Los niños corrían,
los niños saltaban,
sobre tierra húmeda,
sobre tierra colorada;
las niñas corrían,
las niñas jugaban
y en el patio grande
flores cogían
los niños corrían,
las niñas saltaban
y en la casa del frente
sus madres rezaban
los niños corrían
las niñas flores regaban
y en la casa del frente
sus madres cantaban:
“Mama Asunta,
joya sin par…
los niños van al altar.
TIERRA
Ahí esta la tierra,
de vientos y luz clara,
de paisajes y piedras ocultas,
de voces olvidadas,
de gritos apagados.
Tierra de arroces,
zarzamoras y guayabos.
Tierra de caminos perdidos,
de campanas ahorcadas.
Tierra, tierra.
Tierra, que curaste mi sed
con agua de lluvia encerrada,
he de volver mañana
para hablarte a solas y sin recelo;
recorrer tus lomas,
repasar un rastro,
dormir en tu grama
y beber a manos llenas
el canto de un gorrión
LA CASA
Dulce morada donde vivi mi niñez y adolececnia con mis padres y hermanos
La casa con su zaguancito huésped,
con su zaguán frio y oscuro.
Con su balcón abierto,
con su balcón trancado.
Con su jardín floreado,
con su jardín sin flores.
Con sus luces
y con sus sombras.
Con sus paredes blancas,
con sus telarañas y goteras.
Con sus gorriones cantores
y sin sus gorriones.
Con sus algazaras
y con sus silencios.
La casa sola en singular
y con sus esencias en plural.....
CAMINO A CELENDÍN
Es la tarde que se adormece
como si un niño la mece,
me he detenido en el camino,
a contemplar a un hombre dormido;
despertad mi buen amigo,
no se duerma en su paisaje,
mostradme su campo y su cielo;
apresúrese, que es corto mi viaje. -
No estoy dormido caballero
permítame antes quitarme el sombrero,
es verdad que el campo está en flor,
ayer la imploraba un pastor;
mi pueblo se parece a su pueblo:
tienen angustias olvidadas
de campanas ahorcadas,
que han de repicar algún día,
pues yo, no escucharé esa melodía.
Bajo este cielo azul, démonos la mano,
Siga usted, con su viaje hermano.
como si un niño la mece,
me he detenido en el camino,
a contemplar a un hombre dormido;
despertad mi buen amigo,
no se duerma en su paisaje,
mostradme su campo y su cielo;
apresúrese, que es corto mi viaje. -
No estoy dormido caballero
permítame antes quitarme el sombrero,
es verdad que el campo está en flor,
ayer la imploraba un pastor;
mi pueblo se parece a su pueblo:
tienen angustias olvidadas
de campanas ahorcadas,
que han de repicar algún día,
pues yo, no escucharé esa melodía.
Bajo este cielo azul, démonos la mano,
Siga usted, con su viaje hermano.
LA ROCA Y LA FLOR
A Kuelap rastro pétreo, relámpago dormido, grito apagado. En ti se pierde la mirada. Va hacia a lo inalcanzable, lo inconcluso.
Y a una flor que ví crecer entre sus grietas.
No solamente las huellas que nos dejaron nuestros antepasados son patrimonio universal, también lo es la naturaleza misma. Hay que preservarlas.
¡Yo soy la vida!,
parecía decir la flor,
¡tú eres la fuerza y sobre ti vivo,
sigue manteniéndote firme
por mucho más tiempo;
mostrar a los hijos
de quienes te erigieron,
que no sólo eres piedra,
eres la vida!.
¡Vendrán tus hijos
y levantaran la vista
hacia lo imaginable;
hasta donde están posadas
hoy
tus piedras derramadas!.....
La piedra se estremeció:
-¡Canta, canta pequeña flor,
que tu pétalo es oro;
canta mientras entretengo a las sombras,
para que tu canto sea claro destello
sobre mi cuerpo resquebrajado!.
¡Canta que no quiero encontrarme
con la soledad espantosa
que estuvo taladrándome,
como si estuviera sólo!..
¡No hagas que la luz se aleje.
No llores, por que nadie te reclama.
Tu canto estoy esperando!:
¿Acaso no te doy morada
para que ahí germinara tu semilla,
mis jugos entrañables;
mi voz silenciada
como campana olvidada
y mi pecho desnudo
sobre el que duermes conmigo?,
¿acaso creces en la tierra?,
brotaste sobre mis heridas.
por eso,
me mantengo firme para cuidarte.
Mejor no sigamos hablando,
no demos pies a nuestro dolor,
caminemos siempre juntos:
¡canta mi flor, canta,
que tu canto pinte mi alma de colores,
que mi voz y tu canto
rompan gritos clausurados,
¡pues cantemos juntos,
a pesar de todo, cantemos!.
EL ODIO
Al pueblo muslman
Viene levantando polvo,
arena hecha polvo,
viene de occidente
a matar odios ajenos;
odio,
dolor, cometidos en nombre de Alá,
no tiene color, no tiene bandera;
el odio tiene forma de hombre,
hombre con la cara pintada,
pintada con los colores de su bandera;
va ha matar al hombre,
a la mujer y al niño:
al niño que tiene hambre
sentado sobre su arena,
a la mujer que ha de parir
en cama de arena,
al hombre arador de arena.
El odio tiene hambre,
tiene sed de petróleo;
el odio no conoce misericordia,
no conoce el dolor ajeno.
Mientras que los futuros hombres
mirarán los cielos,
con sus ojos cubiertos de arena
verán que Alá tiene color de arena,
alzaran los brazos
en nombre de su hambre,
el cielo les responde
con bombas y balas del invasor;
Alá, Alá, Alá!....
sherezada exclamaran;
nadie les responde…
se quedaron dormidos?
soñaran bajo el ruido de los misiles?.
Sueñan que Alá les grita: ¡alerta!,
¿no será que Alá se haya dormido?
y su pueblo le grita :
¡despierta!
¡Alá…Alá….Alá…
.sherezada Alá!
Ah, tbm estoy intrigada en el lugar donde ha sido tomada la foto de ese camino. ¿Qué lugar es el de la foto?
ResponderEliminarLa fotografía corresponde, a los muros del "torreón sur" en la zona arqueológica de "Kuelap" , de la época pre ina de la cultura de los Chachapoya o Sachapuyos, en la provincia de Luya, región Amazonas Perú. Que hoy en día es uno los grandes focos turiísticos visitados.
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