jueves, 26 de julio de 2012

DESDE ROMEO, A JUAN TENORIO. Y DE MENGANOS A PROFANOS. (parábola)


Una flor coloreó las campiñas de alguna monarquía, para engalanar los salones de palacio y a su Reyna. Fue arrancada por Romeos para Julietas. En manojos, desfalleció sobre la boca de un jarrón, en algún rincón oscuro, donde sólo la vanidad le prestó atención. 

Un día, volvió a aparecer en un languidecido macizo, hasta que allí, llegó el camino. Con el camino, se perdió la sombra que lo guarecía. Lloró y lloró, su triste desventura y su incierto destino.

Al observarlo un gorrión peregrino, le prestó consuelo. Suplicó que esperara el otoño, y con el sus pétalos se secaron y antes que llegará el invierno, le arrancó una semilla, para depositarla en lo alto de un risco. Allí germinó y creció. Abajo quedaba el campo ajeno, descubierto y herido, sembrado de rastros de su sublime habitante: El hombre.

La flor enraizada en lo alto del risco, permaneció, inalcanzable a la mano del hostil cercano. Estaba allí, para ser observada, deseada y no arrancada.

Desde ese lugar, echará sus semillas al viento, para multiplicar su especie. Vive libre en la dureza que le dio morada.

Es libre como el alma de los hombres, pero tiene el tallo y sus raíces fuertes, en cambio, el hombre tiene la carne débil.

La flor vive y revive, florece también protegida por el espectro de mi alma. Espero volver a verla mañana.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Benditas sean las mujeres.

En el  día internacional de la mujer, 8 de marzo.

En el día universal de la mujer, vaya mi saludo, especialmente, a mi madre, mi grande e inmenso amor, fuente de mi existir, que alimenta mi vivir; a mi esposa, mi fiel amor, compañera de avatares, alegrías y de muchas otras pasiones; a mi hija, mi semilla, mi esperanza, mi suficiencia,  mi dulce y tierna pequeña madrecita; a mis hermanas, que a golpes de campanas, llevan el clamor de la estirpe que hace eco en los corazones; a mis tías, bondadosas, pendientes, entrañables; a  mis sobrinas, elevadas, realizadas y  de viandantes esperanzas; a mis primas, cómplices,  de compartidas emociones; a mis amigas compañeras perceptibles en el tiempo y el espacio, pendientes en el fulgor o la lobreguez, puntuales en los estrenos y en los finales. 

¡ Ayayay!, y a la mujer de mi tierra, mis grandiosas paisanas: altaneras, pujantes,  alegres, coquetonas y simples, a esas mushitas, murushitas encantadoras; a esas rajtrocitas, lantumas, quishumas laboriosas; a esas pucachas, chapositas, pispachas, pishuras alegronas;  a esas  larguiluchas, varachas, sotocas, tablasiques, bancosiques, ponguetas, vanidosas pacushas, a cuanto shicraalegres shiringueaos,  les hicieron suspirar. Y de otras tantas peshucas, niquelaya me he de olvidar.

A esas mujeres que suben la cuesta de la vida, con el quipe a sus espaldas, de pañolón envuelto, al abrigo de sus huahuas; a la mujer de la hondonada, del valle, de la montaña y de los páramos de mi tierra, compañeras de sus hombres labradores.  A la mujer de la tushpa, de la olleta, del cántaro humante, del  moljón, del chungo y del batán, de la masa, de la semita, del muron y del horno a leño  de tayango, a esas mujeres de los aromas y sabores de mi pueblo……….Y  a  todas las mujeres de mi patria y del mundo, mi clamor y mi repique. 

lunes, 5 de marzo de 2012

Una Palma Real


La palma de cera o palma de ramos

Las palmeras, pertenecen quizás a una de las familias de  vegetales más antiguos sobre la tierra, remontándose de unos 60 a 80 mil millones de años. Estos vegetales pertenecen a la familia de las Arecáceas, encontrándose en todos los continentes, excepto en los árticos. Es una planta estrictamente tropical, pero existen ejemplares en zonas templadas, otras sobreviven en los desiertos, bosques tropicales, y desde el nivel del mar hasta altitudes muy elevadas.

Por especial interés, y  a puertas de la festividad religiosa de “Semana Santa”, voy a tratar en esta ocasión, de una de las palmeras más conocidas y cotizadas del planeta. Me refiero a La Palma Real, la que  pertenece a las cícadas, estos tipos de palma tienen una corona de hojas al final de un troco recto o reclinado de hasta 5 m de alto y 25 a 40 cm de diámetro. Sus hojas agrupadas en anillos, van creciendo en espiral, formando al final una corona de hojas, que nacen de un tallo raquídeo, donde las hojas tiernas son de claro verde, cubierta de vellosidades, mientras que las maduras son verdes oscuras, bastante lisas y de 1.50 a 2 mt de longitud.

Dentro de la cícadas, hay una especie de palma, que es considerada la especie mayor valorada y codiciada, por su exuberante presencia y belleza, la que es conocida como la “Reyna de las palmeras”o “palma de cera”, que pertenece al género  Ceroxylon .  Se le llama “palma de cera” por una delgada cubierta cerosa que cubre a su tallo de color ligeramente liliáceo que da  una tonalidad lustrosa. Estas palmas de cera no sólo son las más altas del mundo, sino que también son las que  crecen a mayores elevaciones, en las montañas a partir de 1200 msnm. Algunas especies alcanzan de 40 a 60 metros de altura. Por su majestuosidad esta palma ha sido escogida como el Árbol Nacional de Colombia. Esta no es la única especie, sin embargo se reconocen actualmente 11 especies de palmas de cera (Ceroxylon), todas habitantes de bosques húmedos de los Andes o bosques de neblina, es decir bosques fríos y nublados que llegan a los 3200 msnm, sin embargo hay otras especies pequeñas de palmas que se encuentran en estas altitudes de bosques nublados.

El uso de la palma de cera o de ramos

En algunos países, donde hay mayor población de esta especie, la cera que cubre sus troncos, se ha empleado en diversos usos, como la elaboración de cirios, barnices, aislantes y betunes. La denominación de "palmas de ramos", se debe a que  sus hojas jóvenes son empleadas para tejer los ramos de Semana Santa. Actualmente en algunos países como Ecuador y Colombia, se desarrollan campañas para que se renuncie a la costumbre de usar estas hojas, que vienen a ser la corona  o cogollo de la planta, cuando se cortan los cogollos, las palmas no podrán seguir creciendo y terminan muriendo; en otras palabras, para coger el cogollo de la palma, como esta es alta, se tumba (tala) la planta adulta, esta jamás retoñará, muere.

En nuestro país, la situación de la  palma de cera es aún más compleja, no existiendo una cuantificación de la especie o de deforestación; sin embargo es conocido la gran deforestación que vienen sufrieron los bosques andinos, en especial los bosques de neblina, en algunos casos durante la explotación maderera, ampliación de campos agrícolas, quema de bosques y la siembra de cocales en las zonas de alta montaña (Huánuco y parte de Sam Martín).

Hoy, cuanto más antes, es necesario comenzar a realizar campañas para prevenir y preservar, a esta magnífica y bella especie de palma. Estas palmas, forman parte de la cadena alimenticia de una especie de loros, como el orejiamarillo (Ognorhynchus icterotis), que se alimenta con frutos de esta palma y anida en agujeros de los troncos de palmas viejas y del oso de anteojos, que se alimenta de su cogollo. Nuestros gobiernos, debieran coordinar con las Conferencias Episcopales de los países vecinos, para evitar y  sancionar el uso de la “Palma de cera” en las festividades de  “Semana Santa”, que por el contrario viene a ser “la semana de la agresión a la palma de cera”. El uso de esta palma, en la festividad religiosa, bien podría ser remplazada, por otras plantas, con el carrizo, laurel u algún otro tipo planta de la familia de las “pocaceaeas” (gramíneas). Los únicos países que expresaron la defensa de la palma de cera, por su uso en Semana Santa, fueron Ecuador y Colombia, pero las Conferencias Episcopales hicieron mutis causa, no se pronunciaron; pese a que desde el 2007, el Vaticano considera un pecado grave o un insulto a Dios el atentar contra el medio ambiente. Así que señores obispos asegúrense su camino al cielo, es pecado promover, motivar, o no manifestarse, la negligencia, también es pecado…..AMEN.

DEFENDAMOS LA BIODIVERSIDAD……Y A LA PALMA DE CERRA, MAL LLAMADA PALMA DE RAMOS