domingo, 18 de enero de 2009

Las estrellas y dos solteros

LAS ESTRELLAS Y LOS DOS JOVENES SOLTEROS
(Leyenda)
Informativo "Kuelap" No. 38-1987. I.N.C Amazonas
Antiguamente dos jóvenes solteros vivían sin posibilidades de casarse pues no había ninguna mujer disponible. Una noche estaban los dos muchachos tumbados fuera de la casa, contemplando las estrellas. Mirando al cielo decían:- ¡Si medieran aquella estrella.....!. - Y señalando una de ellas. - ¡Si me dieran aquella otra!. Entonces, esas dos estrellas bajaron donde estaban los dos jóvenes. A uno se le cayó en el pecho. Era como un gusanito. Lo envolvió con su itopac y lo dejo en su cama. Al otro le cayó en la pierna, pero sintiendo repuganacia, de un golpe le tiró al suelo. Entonces la estrella volvió al cielo. Los dos muchachos vieron como se colocaba en el mismo sitio donde estaba antes. Aquella noche el muchacho que había guardado el gusanito, se despertó y vió una mujer que le abrazaba: ¿Por que han avergonzado a mi Kaín, hermano?. Por eso se ha vuelto al cielo. Ella es mucho más simpática que yo. Yo soy la más fea de todas la mujeres de arriba. El otro joven que se había despertado al oir la conversación, se amargó porque había tirado la estrella, se había quedado sin mujer. Aquella estrella orinaba Shaúk y chaquira. Su esposo la recogía y la guardaba en su tinaja. Después hacía collares que regalaba a su mujer. Asi vivieron durante mucho tiempo. La estrella quizo regresar a su tierra pues se avergonsaba de ser la única mujer que orinaba chaquiras. Un día la madre del joven dijo: Deja ya de reoger los orines de tu mujer, la estrella le escuchó y comenzó a llorar. Aquella noche le dijo a su esposo: Me voy al cielo pero te mandaré un hilo para que puedas venir donde estoy yo. El joven aceptó. El marido amaneció llorando de pena por su mujer. La madre le daba de comer pero el hombre nada aceptaba. Cogió su turúp y preparó todas sus cosas, esperando que bajase el hilo. Cuando llegó y comenzó a subir. A su madre le dijo: Me voy para siempre. Entonces, la madre intentó cortar el hilo para que su hijo no pueda subir, pero se convirtió en guayaquil. El hombre siguió subiendo, y su madre se quedó llorando.

1 comentario:

  1. Cuando era chica escuchaba a los mayores decir "cuando veas una estrella fugaz, mete la mano en la axila y pide un deseo, y se hará realidad" Crecí y un buen día estaba en medio de mi parque a mis 31 años y alce la vista al cielo y de pronto vi mi primera estrella fugaz caer velozmente, ni corta, ni perezosa hice lo que un día escuche y pedí con mucha fé que Dios me diera un hijo, a las semanas siguientes yo quedé embarazada después de mas de 5 años de intertarlo sin suerte. Desde ese día creo firmemente que Dios nos hablá a través del universo y de las energías que en él se mueven.

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