La palma de cera o palma de ramos
Las palmeras, pertenecen quizás a
una de las familias de vegetales más
antiguos sobre la tierra, remontándose de unos 60 a 80 mil millones de años.
Estos vegetales pertenecen a la familia de las Arecáceas, encontrándose en todos los
continentes, excepto en los árticos. Es una planta estrictamente tropical, pero
existen ejemplares en zonas templadas, otras sobreviven en los desiertos, bosques
tropicales, y desde el nivel del mar hasta altitudes muy elevadas.
Por especial interés, y a puertas de la festividad religiosa de “Semana
Santa”, voy a tratar en esta ocasión, de una de las palmeras más conocidas y
cotizadas del planeta. Me refiero a La Palma Real, la que pertenece a las cícadas, estos tipos de palma
tienen una corona de hojas al final de un troco recto o reclinado de hasta 5 m
de alto y 25 a 40 cm de diámetro. Sus hojas agrupadas en anillos, van creciendo
en espiral, formando al final una corona de hojas, que nacen de un tallo raquídeo,
donde las hojas tiernas son de claro verde, cubierta de vellosidades, mientras
que las maduras son verdes oscuras, bastante lisas y de 1.50 a 2 mt de longitud.
Dentro de la cícadas, hay una
especie de palma, que es considerada la especie mayor valorada y codiciada, por
su exuberante presencia y belleza, la que es conocida como la “Reyna de las
palmeras”o “palma de cera”, que pertenece al género Ceroxylon . Se le llama “palma de cera” por una delgada cubierta
cerosa que cubre a su tallo de color ligeramente liliáceo que da una
tonalidad lustrosa. Estas palmas de cera no sólo son las más altas del mundo,
sino que también son las que crecen a
mayores elevaciones, en las montañas a partir de 1200 msnm. Algunas especies
alcanzan de 40 a 60 metros de altura. Por su majestuosidad esta palma ha sido escogida
como el Árbol Nacional de Colombia. Esta no es la única especie, sin embargo se
reconocen actualmente 11 especies de palmas de cera (Ceroxylon), todas habitantes
de bosques húmedos de los Andes o bosques de neblina, es decir bosques fríos y
nublados que llegan a los 3200 msnm, sin embargo hay otras especies pequeñas de
palmas que se encuentran en estas altitudes de bosques nublados.
El uso de la palma de cera o de
ramos
En algunos países, donde hay
mayor población de esta especie, la cera que cubre sus troncos, se ha empleado
en diversos usos, como la elaboración de cirios, barnices, aislantes y betunes.
La denominación de "palmas de ramos", se debe a que sus hojas jóvenes son empleadas para tejer los
ramos de Semana Santa. Actualmente en algunos países como Ecuador y Colombia, se
desarrollan campañas para que se renuncie a la costumbre de usar estas hojas, que
vienen a ser la corona o cogollo de la
planta, cuando se cortan los cogollos, las palmas no podrán seguir creciendo y
terminan muriendo; en otras palabras, para coger el cogollo de la palma, como
esta es alta, se tumba (tala) la planta adulta, esta jamás retoñará, muere.
En nuestro país, la situación de
la palma de cera es aún más compleja, no
existiendo una cuantificación de la especie o de deforestación; sin embargo es
conocido la gran deforestación que vienen sufrieron los bosques andinos, en
especial los bosques de neblina, en algunos casos durante la explotación
maderera, ampliación de campos agrícolas, quema de bosques y la siembra de
cocales en las zonas de alta montaña (Huánuco y parte de Sam Martín).
Hoy, cuanto más antes, es
necesario comenzar a realizar campañas para prevenir y preservar, a esta
magnífica y bella especie de palma. Estas palmas, forman parte de la cadena
alimenticia de una especie de loros, como el orejiamarillo (Ognorhynchus
icterotis), que se alimenta con frutos de esta palma y anida en agujeros de los
troncos de palmas viejas y del oso de anteojos, que se alimenta de su cogollo. Nuestros gobiernos, debieran coordinar con las
Conferencias Episcopales de los países vecinos, para evitar y sancionar el uso de la “Palma de cera” en las
festividades de “Semana Santa”, que por
el contrario viene a ser “la semana de la agresión a la palma de cera”. El uso
de esta palma, en la festividad religiosa, bien podría ser remplazada, por otras
plantas, con el carrizo, laurel u algún otro tipo planta de la familia de las
“pocaceaeas” (gramíneas). Los únicos países que expresaron la defensa de la palma
de cera, por su uso en Semana Santa, fueron Ecuador y Colombia, pero las Conferencias Episcopales hicieron mutis
causa, no se pronunciaron; pese a que desde el 2007, el Vaticano considera un
pecado grave o un insulto a Dios el atentar contra el medio ambiente. Así que
señores obispos asegúrense su camino al cielo, es pecado promover, motivar, o
no manifestarse, la negligencia, también es pecado…..AMEN.
DEFENDAMOS LA BIODIVERSIDAD……Y A LA PALMA DE
CERRA, MAL LLAMADA PALMA DE RAMOS